Edeilson Nascimento participó en una pelea de bar hace tres años en el estado brasileño de Pernambuco. De recuerdo de aquella golpiza se llevó la hoja de un cuchillo de 10 centímetros, que quedó alojada dentro de su cráneo. En aquel momento, los médicos prefirieron no extraer el cuchillo porque el remedio podía ser peor que la enfermedad: la operación podría provocar lesiones cerebrales aún más graves, que podían desembocar en la muerte del herido.
En estos tres años, sin embargo, Edeilson ha sufrido “terribles dolores de cabeza a todas horas” que le obligaron a dejar su trabajo de recauchatador de neumáticos, según relató a Terra Brasil. Finalmente, el hombre decidió asumir el riesgo y extraer el cuchillo de su cráneo.
Un equipo de siete personas, incluyendo tres neurocirujanos, del hospital Federal de Pernambuco, en Recife, lograron el pasado martes extraer el cuchillo sin causar mayor daño, durante una operación de tres horas. Se espera que Nascimento reciba el alta del hospital la próxima semana.
El “caso Nascimento” recuerda a aquel otro del vasco que apareció en la consulta del doctor con un hacha clavada en la frente siete años después del accidente.
-Pero hombre –dijo el doctor- ¿cómo es que no ha venido antes?
-Es que lo que es el hacha no me molesta pero cada vez que estornudo me doy con el palo en los huevos…
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