Una estatua de 2,2 metros de altura del fallecido ex presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, considerado en Hungría como un símbolo de la lucha contra el comunismo soviético, fue inaugurada el miércoles en el centro de Budapest, en un acto en la plaza Szabadság, cerca de la embajada de Estados Unidos en la capital magiar, y ante representantes de la diplomacia y política local e internacional.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, recordó que Reagan "derrumbó muros" que se habían levantado contra la libertad, aludiendo al sistema comunista.
Lucha por la libertad
Al acto asistió la ex secretaria de Estado, Condoleezza Rice, quien declaró que la herencia del ex mandatario republicano y de la revolución antisoviética de 1956 de Hungría enseñó al mundo que nunca se debe abandonar a los pueblos que luchan por la libertad. "Juremos delante de la estatua de Reagan que su causa no está perdida", dijo Rice.
Con esta estatua de Reagan, tallada en bronce por el artista húngaro István Máté, Hungría quiere recordar la memoria de un líder político que jugó un importante papel en la caída del comunismo. Asimismo, Budapest se sumará la próxima semana a los actos conmemorativos con motivo del centenario del nacimiento de Reagan que tendrán lugar en Londres, Cracovia y Praga.
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