lunes, 4 de abril de 2011

Surgen esperanzas al hallar partes del avión accidentado en el 2009

El fuselaje hallado en el océano Atlántico es "una gran parte" del avión de Air France que cayó al mar en 2009 y existe la esperanza de "localizar rápidamente" sus cajas negras, afirmó la ministra francesa de Transportes.

Nathalie Kosciusko-Morizet dijo este lunes a una radio francesa que los restos del avión encontrados en el océano se encuentran "en una pieza" y que en los mismos hay cuerpos humanos.

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Hasta ahora no se ha determinado oficialmente los motivos por los cuales el Airbus 330 cayó al océano cuando volaba entre Río de Janeiro y París con 228 personas a bordo, todas ellas declaradas muertas.
El fabricante Airbus, que al igual que Air France está bajo investigación judicial por presunto homicidio involuntario en la tragedia, afirma que sólo el hallazgo de las cajas negras permitiría establecer exactamente lo ocurrido.

Sin embargo, los restos del avión que acaban de ser encontrados podrían aportar nuevos datos o indicios a los investigadores que intentan develar uno de los mayores misterios de la historia reciente de la aviación.
La portavoz de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA por sus siglas en francés), Martine Del Bono, indicó que es posible que las cajas negras del avión se encuentren pronto."Para nosotros sería un gran desafío y una gran noticia anunciar que se encontraron los registradores de vuelo", dijo Del Bono a BBC Mundo. "Esperamos encontrarlos en los próximos días, en las próximas semanas".
"Una pieza"
Hasta ahora, buena parte de las conclusiones a las que pudo llegar la agencia francesa que indaga la tragedia del 31 de mayo de 2009 se basan en el análisis de restos del fuselaje hallados en búsquedas previas en el océano.

En función de esos análisis, la BEA había establecido en un primer informe preliminar que el avión no se destruyó en el vuelo sino que parecía haber caído al mar en una sola pieza.
La conclusión se había efectuado en 2009 tras una observación visual de 640 piezas recuperadas hasta ese momento y de su patrón de deformación.

Pero esos restos, recuperados junto a cerca de 50 cuerpos de pasajeros, sumaban una porción pequeña del total del Airbus 330.

El anuncio de este lunes de la ministra Kosciusko-Morizet en la emisora France Inter de que se encontró "una parte importante del avión, en una pieza" parece coincidir con las conclusiones previas.
Sin embargo, una pregunta que surge es cómo esa parte "importante" del avión hallada pudo permanecer intacta si el avión impactó en el océano "con una fuerte aceleración vertical", como sugería el informe preliminar.
Esta apreciación también se basó en que los chalecos salvavidas que se encontraron en el océano estaban sin inflar, lo que descartaba que las personas a bordo se hayan preparado para una caída al agua.
La ministra francesa también dijo que las cámaras submarinas que detectaron el fuselaje captaron imágenes de cuerpos humanos en la cabina.

El director de la BEA, Jean-Paul Troadec, afirmó por su parte en las fotografías se pudieron identificar varios elementos del avión, incluidos los motores.

"Esperanza"
"Como en casos anteriores, esta búsqueda implicó el uso de robots especiales para examinar un área de 10 mil kilómetros cuadrados de océano entre Brasil yAfrica occidental, con profundidades hasta 4.000 metros"
La nueva fase de búsqueda de los restos en el Atlántico se lanzó el 25 de marzo y estaba previsto que continuase hasta julio, con un costo equivalente a US$12,5 millones cubierto por Air France y Airbus.

Como en casos anteriores, esta búsqueda implicó el uso de robots especiales para examinar un área de 10 mil kilómetros cuadrados de océano entre Brasil y Africa occidental, con profundidades hasta 4.000 metros.
Se trata de una zona del Atlántico que no había sido explorada en las tres fases anteriores de búsqueda.

Se estima que el fuselaje hallado está al menos a 3.800 metros de profundidad en el océano, por lo que sacarlos a la superficie del océano podría tomar algunas semanas.

Al lanzarse la nueva fase, se había indicado que el gobierno francés financiaría una operación para retirar los restos del avión que eventualmente fueran encontrados.

La ministra francesa dijo que, tras el anuncio del hallazgo realizado este domingo, los investigadores tienen la "esperanza de localizar rápidamente las cajas negras" del avión.

Ese optimismo se basaría en el hecho de que los restos encontrados están en un área "relativamente concentrada" de la zona de búsqueda, declaró Troadec a la agencia de noticias AFP.

Posibles consecuencias
Hasta la fecha no se han encontrado las cajas negras del avión.
Las cajas negras graban los parámetros de vuelo y las conversaciones de los pilotos, por lo que su eventual hallazgo podría ser clave para determinar las causas por las cuales el avión cayó al océano.

Se desconoce si las cajas negras permanecieron unidas al fuselaje tras la caída del avión, lo que aumentaría las posibilidades de localizarlas.

Tampoco se sabe si después de tanto tiempo bajo el océano sus registros aún son útiles.

En su segundo y último informe preliminar sobre la tragedia publicado en diciembre, la BEA indicó que "las circunstancias exactas del accidente y sus causas siguen sin ser determinadas".

Sin embargo, admitió que los sensores de velocidad Pitot que tenía el avión pueden dar información errónea en la altura y recomendó modificar los criterios para habilitarlos.

Los sensores Pitot fueron señalados por pilotos y expertos en aviación como la probable causa de la tragedia, en base a incidentes previos similares.

Pero la BEA negó que la caída del avión se explique sólo por una incoherencia en las mediciones de velocidad.

En sus últimos minutos de vuelo, el avión de Air France emitió una serie de mensajes que advirtieron, entre otras cosas, que era imposible controlar la correcta velocidad del vuelo.

En marzo pasado, la jueza francesa Sylvie Zimmerman puso a Air France y a Airbus bajo investigación preliminar por el presunto homicidio involuntario de las personas que viajaban en el vuelo AF447.

Algunos expertos creen que, si se prueba que una medición errónea de la velocidad causó la caída del avión, Airbus o Air France podrían verse obligados a pagar cientos de millones de dólares en indemnizaciones a familiares de las víctimas.

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